La psicoterapia es un encuentro entre dos (o más) personas, terapeuta y cliente(s), para promover el logro de cambios positivos y duraderos en aspectos tales como: bienestar emocional, conducta, adaptación al entorno, salud psíquica y física, integración de la identidad psicológica y mejora de las relaciones personales.
Se trabaja en el contexto de un contacto directo y personal, principalmente a través del diálogo enmarcado en una «relación terapéutica», un tipo especial de relación en el que la terapeuta pone sus recursos personales y profesionales al servicio del o la cliente, trabajando conjuntamente para los objetivos previamente acordados.
En esa relación, el terapeuta ayuda a la persona a afrontar las situaciones del aquí y ahora, facilita el contacto con cuestiones no resueltas del ayer y ayuda a proyectar en el mañana de una forma creativa y sana sus objetivos y sueños, apoyando en todo momento su bienestar, crecimiento y realización personal.
Personalmente, baso mi intervención en el enfoque y métodos de la Psicoterapia Integrativa, utilizando también técnicas del Análisis Transaccional, el EMDR y la Terapia Cognitivo-Conductual, en función de las necesidades y características de cada persona.