¿Y si voy al psicólogo? ¿Cómo será?
Una de las resistencias a la hora de decidirse a pedir ayuda psicológica es la incertidumbre acerca de qué nos encontraremos y, de alguna manera, qué se espera de nosotros en una consulta de psicoterapia.
Además de la lógica preocupación por estar en manos de un buen profesional, con el que conectemos y nos sintamos cómodos y confiados, a menudo se nos despiertan miedos fruto del hecho enfrentarnos a una situación nueva y desconocida, sobre la que en general no hemos construido muchos esquemas mentales más allá de experiencias oídas y escenas cinematográficas. Así que no serías la primera persona que se encuentra a sí mismo diciéndose cosas como “quizá este no sea un tema que le compete al psicólogo”, “no sé por dónde empezar”, “quizá no tenga solución”, “quizá no debería contar tanto/tan poco/esto de mi experiencia”, “quizá no sepa expresar claramente lo que me pasa”…
Desde PSICOTERAPIA INTEGRA no quiero que éstas sean las barreras que te impidan buscar ayuda para vivir una vida mejor, así que me propongo explicar lo más claramente posible (dada la multitud de opciones según las necesidades y demandas de cada persona), lo que ocurre cuando entras en mi consulta.
- En primer lugar, ¿quién o quiénes vamos?
En PSICOTERAPIA INTEGRA ofrezco atención psicológica individual, en pareja o familiar. A una primera cita informativa (totalmente gratuita) puede acudir la persona que inicia la demanda o las personas que vayan a llevar a cabo la terapia, como tú o vosotros lo prefiráis. Tras esta primera entrevista acordaremos quién o quiénes es conveniente que vengan a las siguientes citas.
- ¿A qué me compromete una primera entrevista?
A nada. Esta primera reunión es meramente informativa y gratuita para que me conozcas, conozcas el espacio, conozcas los términos de la colaboración y definamos juntos la demanda. Así, podrás hacerte una idea de si ésta puede ser una opción válida para ti.
En función de esta primera entrevista, también nos haremos una idea de si lo que buscas y/o necesitas es un proceso terapéutico continuado en el tiempo, un proceso de integración de ciertas experiencias pasadas o presentes, una serie de sesiones de counselling, el aprendizaje de algunas técnicas concretas… Aunque todo esto serán ideas previas que pueden variar en función del proceso de evaluación que se inicia a continuación.
- Las sesiones de valoración
Una vez que has decidido que PSICOTERAPIA INTEGRA puede ser una opción para ti, iniciaremos un proceso de valoración. Te presentaré los documentos de protección de datos y consentimiento informado, así como algunas informaciones de carácter obligatorio.
A través de 3 ó 4 sesiones (dependiendo de la naturaleza inicial de la demanda) de una hora de duración profundizaremos en la dificultad o problema a tratar, las características personales o sistémicas que lo pueden estar manteniendo, tu historia, tus circunstancias actuales, y en un plano más profundo, el guion de vida o patrones inconscientes que impiden que afrontes tu vida con total libertad, consciencia y plenitud.
Tras ellas, una sesión más será dedicada a ofrecer mi devolución sobre lo recogido en estas sesiones: un resumen de mi visión del problema, de mis hipótesis subyacentes, de cuáles son los puntos a tratar, en cuánto tiempo, con qué frecuencia de sesiones, con qué objetivos concretos y con la ayuda de qué técnicas de intervención.
Debo aclarar que, aunque estas sesiones se enmarcan en la fase de valoración, mi propósito es que de cada una de ellas te lleves algo valioso para tu vida, una reflexión o propuesta útil, y de ellas en conjunto, un mayor autoconocimiento y una idea de cómo enfocar los cambios que quieres llevar a cabo, con o sin apoyo profesional. Además, voy introduciendo algunas pinceladas de las técnicas en las que nos apoyaremos a lo largo de la terapia y del tipo de relación que estableceremos.
De esta manera, ya te habrás hecho una idea de cómo trabajo, de cómo te sientes cuando estás aquí, de qué puedes esperar de este proceso, y por tanto, aquí es donde realmente puedes decidir si te merece la pena apostar por la colaboración que te ofrezco. Soy consciente de que es una apuesta importante y que, en términos generales, supone una inversión de tiempo, dinero y esfuerzo que requiere una gran dosis de convencimiento.
- La terapia o intervención psicológica propiamente dichas
En este punto, ya estamos trabajando juntos por mejorar tu bienestar psicológico y apoyar los cambios que quieres realizar en tí y en tu vida. Hemos hecho un acuerdo que nos compromete en un trabajo conjunto en el que ambos estamos altamente implicados. Este acuerdo lo revisaremos cada tres meses aproximadamente, porque las circunstancias cambian y nuestras expectativas también.
Lo más frecuente es que pactemos sesiones semanales, ya que es la frecuencia mínima con la que se han demostrado resultados significativos, aunque podemos aumentarla en épocas críticas y espaciarla cuando los resultados más evidentes hayan sido logrados, y siempre en función de tu disponibilidad.
Según el acuerdo que hayamos realizado, exploraremos tu historia personal, reviviremos experiencias significativas, exploraremos creencias inconscientes, aprenderemos técnicas, estableceremos metas, propondremos tareas… El abanico de posibilidades es grande y totalmente individualizado, no hay recetas ni esquemas generales, la relación terapéutica se pone totalmente al servicio de tus objetivos.
- La finalización de la terapia
La terapia no es un proceso sin fin, aunque hay personas que desean o necesitan contar con este recurso de manera habitual en su vida. En general, pactaremos un periodo de tiempo para el trabajo acordado, tras el cual, decidiremos si damos por terminado el proceso o si te quieres plantear nuevos objetivos. No es raro que cuanto más nos conocemos a nosotros mismos y a nuestra capacidad de crecimiento y cambio, más ambiciosos nos volvamos respecto a nuestro bienestar.
A modo informativo, si estamos hablando de un proceso de orientación psicológica o counselling (individual, de pareja o familiar), de una intervención cognitivo-conductual, la consecución de un objetivo establecido o de hacer desaparecer un síntoma concreto, pueden tratarse como mucho de 11 ó 12 sesiones. Pero si estamos hablando de un proceso terapéutico profundo, en el que se toque mínimamente nuestro guion de vida y patrones más arraigados, por lo general estamos hablando de no menos de un año de terapia. También hay personas que una vez logrados sus objetivos iniciales desean establecer una relación continuada para el autoconocimiento y crecimiento personal.
Y ahora… ¿hablamos?